La influencia y visión de Reyes en la literatura fantástica

Por Daniela Martínez
Como parte de los Preludios Alfonsinos del Festival Alfonsino, la doctora Alejandra Amatto expuso sus indagaciones en torno a la participación y la importancia de Alfonso Reyes en la tradición fantástica, no sólo en México sino en Hispanoamérica dentro de una temporalidad que data desde 1912 a 1962, que inicia con la presencia del relato en el marco de su elaboración y llega a su más famosa influencia en la novela de Fuentes.
La conferencia de apertura titulada “De La cena hasta Aura. Alfonso Reyes: precursor de la literatura fantástica hispanoamericana en el siglo XX” fue realizada en la Sala Minerva Margarita Villarreal de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria UANL ante estudiantes y docentes universitarios, así como público general.
En su mensaje de bienvenida, el director de la Capilla Alfonsina Biblioteca Universitaria UANL, Víctor Barrera Enderle, introdujo el punto de partida de la charla y a su vez del estudio de la escritura del género fantástico en Hispanoamérica: “Escrito en 1912, cuando aún su mundo interior no se había derrumbado del todo, y publicado en 1920 como parte de ese volumen, ese libro tan especial que es El plano oblicuo, el cuento La cena representa el temprano ejercicio de Reyes con la ficción”.
La ensayista Alejandra Amatto realizó una lectura de un estudio de investigación que cuestionó y analizó la influencia de Reyes en el cuento La quinta de las celosías (1959) de la poeta y narradora Amparo Dávila, y en el libro Aura (1962) del escritor Carlos Fuentes.
En su exposición, Amatto comparó y expuso conexiones y puntos en común que comparten los relatos La cena y La quinta de las celosías.
“Ambos conceden a los espacios narrativos, en este caso el jardín, un papel destacado que sobresale de manera elocuente en la postulación del hecho insólito desatado en la percepción fantástica. Del mismo modo, sus elaboraciones narrativas entrecruzan conceptos fundamentales dentro de la tradición del género en las letras mexicanas y, al igual que para Carlos Fuentes en Aura, el cuento de Reyes influyó de manera significativa”.
Según la investigadora, los cuentos precursores de Reyes considerados como vitales en el estudio de la consolidación de la tradición fantástica son La cena, La retro (1931) y La mano del comandante Aranda (1949), los cuales fueron examinados ya que “estos textos sí están inscritos, incluso con ciertos licencias, dentro del género fantástico”.
Además, la también docente señaló aspectos teóricos sobre el género y apuntó lo que el Regiomontano Universal determinó como distintos tipos de supuestos fantásticos: Místicos, sonámbulos y espiritistas, psicológicos filosóficos, físicos matemáticos, lógicos policiales, mágicos y naturalistas.
Lo anterior, en palabras de Alejandra Amatto, demuestra ”la amplitud y diversidad de la literatura fantástica según la visión de Reyes” y continuó explicando que “cada categoría explora diferentes aspectos de la fantasía y la relación entre la ciencia, la lógica y la imaginación”.
“¿Cuánto más ha aportado Reyes como precursor a la conformación del relato fantástico en México y en Hispanoamérica? Las respuestas se podrían multiplicar con prominencia. Aquí tan sólo intenté presentarles una muestra representativa de este extenso y fascinante universo en su obra, sin duda, con muchas más aristas por descubrir”, concluyó Alejandra Amatto.
Alejandra Amatto
Profesora-investigadora de tiempo completo en la licenciatura y el posgrado de Estudios Latinoamericanos de la FFyL de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Foto: Pepe Vela