Por Gustavo Mendoza Lemus
El artista colombiano Fernando Botero pudo dedicarse a pintar sólo bodegones y crear esculturas monumentales, pero no fue omiso a los problemas sociales que azotan al mundo, destacó la curadora e historiadora del arte, Rocío Castelo.
Con esta reflexión se inauguró una nueva sesión de la Cátedra de Arte Latinoamericano Fernando Botero en su ya tradicional sede, el Patio Sur del Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
La Cátedra es un evento emprendido por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través del Despacho de la Secretaría de Extensión y Cultura, y la Facultad de Artes Visuales (FAV).
En esta cuarta edición, Rocío Castelo ofreció la conferencia magistral “Acerquémonos a Fernando Botero”, en presencia de José Javier Villarreal, encargado del Despacho de la Secretaría de Extensión y Cultura, y Verónica Delgado, directora de FAV, así como autoridades universitarias, estudiantes y público en general.
La curadora e historiadora del arte hizo un recorrido por la carrera del pintor y escultor colombiano; desde sus inicios juveniles en la acuarela, su fascinación por la tauromaquia y sus primeras colaboraciones con periódicos de Bogotá.
“Una tarde, nos cuenta (Botero) que estaba pintando una guitarra y le hizo la entrada de la música muy pequeña y se fue a dormir. En la mañana siguiente vio la guitarra y se dio cuenta que el volumen había cambiado, gracias a esa entrada que dibujó pequeña, y dijo ‘ahí está’”, recordó Rocío Castelo en su conferencia magistral.
Fernando Botero encontró así, en 1956, en el uso de los volúmenes y formas monumentales su estilo.
A pesar de contar con un estilo único y con obras que se vendían por miles de dólares, Fernando Botero decide trasladar a su obra los efectos de la violencia por el narcotráfico en Colombia. Y casi 30 años después, el ya consagrado artista colombiano hace una crítica a los crímenes en las cárceles de Abu Ghraib, en Irak.
“No sólo tenemos a un gran artista, sino que tenemos a un hombre valiente, al que no le interesó la cuestión económica sino cuestionar la realidad social que se estaba viviendo”, expresó la historiadora del arte.
Por su parte, el doctor José Javier Villarreal destacó la estrecha relación que tiene el artista colombiano con la Máxima Casa de Estudios.
“La relación que la Universidad Autónoma mantiene con Fernando Botero inició en 2008 con el doctorado Honoris Causa que le otorgó nuestra Máxima Casa de Estudios por su destacada trayectoria y su contribución al arte latinoamericano. Y se fortaleció con el envío de la pintura de gran formato ‘Arcángel’, que se exhibe en la Sala Botero del Colegio Civil”, compartió.
Verónica Delgado, directora de la Facultad de Artes Visuales, añadió la importancia de las actividades de la Cátedra, pues ha ganado reconocimiento por su diversidad de oferta.
“Se vuelve un referente en el estudio de la obra del artista colombiano Fernando Botero, y de muchos otros artistas latinoamericanos. La cátedra es única en su tipo y se ha ganado el reconocimiento por la gran calidad de sus eventos y ponentes invitados”, mencionó.
Las actividades de la Cátedra de Arte Latinoamericano Fernando Botero continúan con la inauguración de la exposición colectiva Una mirada hacia Botero, así como una variedad de talleres que se ofrecen en las instalaciones de la Facultad de Artes Visuales durante la semana del 21 al 24 de febrero.
Foto: Enrique Martínez