Presentación del libro en compañía de su autor, Guillermo Pellegrino. Y con la participación especial de “Nahuel”.
El libro plasma cómo, luego de concluir los estudios secundarios en una escuela nocturna, y tras desarrollar con bastante éxito múltiples vocaciones –en distintos periodos fue poeta, locutor y periodista-, Zitarrosa se transformó en cantor casi por casualidad.
Esto no le impidió, sin embargo, alcanzar desde su primera grabación una fama inusual para un debutante. Pero, curiosamente, el artista que seleccionaba en forma rigurosa su repertorio y que transmitía, mediante su portentosa voz, un mensaje claro y profundo, vivía en permanente conflicto consigo mismo. A menudo lo asaltaban dudas acerca de su desempeño como cantor popular. En más de una ocasión Alfredo se cuestionó su voz, el valor de sus textos, su calidad como intérprete y la legitimidad del sitio que ocupaban sus creaciones en el terreno de la canción comprometida de su tiempo.
Aquel contexto histórico –sumamente convulsionado por los avatares políticos y sociales que vivieron el Uruguay y el Cono Sur entre mediados de los 70 y 80- marcó en forma indeleble al artista y su obra. Sucede que Alfredo Zitarrosa, además de haber sostenido siempre una postura ética en su quehacer artístico, supo también conmoverse por los dramas sociales de su época. Frente a estos sucesos nunca mantuvo una posición neutral: esto hace inseparable su obra del marco histórico en el que se desarrolla.