Por Gustavo Mendoza
Como parte de las actividades de la Escuela de Verano 2023 “Bajo el sol del conocimiento”, la poeta Ethel Krauze presentó su libro Oscura punta en la Casa Universitaria del Libro en el marco del Gran Remate de Libros UANL.
Acompañada por la también poeta Iveth Luna, Ethel Krauze mencionó que el presente 2023 fue un año en donde culminó dos obras que tenía años trabajando. Una de ellas es Oscura punta, que se publica bajo el sello de la Editorial Universitaria.
Posterior a su presentación ante el público, la poeta y comunicadora ofreció una entrevista a Cultura UANL donde expone cómo fue escribir sobre el abuso, el tiempo que se requiere para superar la culpa, así como de las múltiples historias similares que ha escuchado en muchas mujeres.
ENTREVISTA
¿Cómo puede ser leído Oscura punta, es un poema largo, son pequeñas historias?
Me parece que hay que leerlo de corrido, tal como está. Porque es un largo poema, dividido en capítulos porque cada uno narra una parte de la gran historia. También se pueden leer de manera autónoma cada capítulo, pero para captar la voz poética sí habría que leerlo de principio a fin porque habla de un abuso a largo aliento.
En el lenguaje mexicano hay muchas variantes para referirse al falo masculino, tú lo mencionas como un pepino. Pero cuando hay un abuso parece que no se nombra, ¿qué tan importante es hablar de esto?
El pepino es un pepino de mar, en la historia se habla con el lenguaje del mar y la naturaleza porque es lo primario. Y el niño y la niña se enfrentan a la naturaleza: su descubrimiento es en la naturaleza.
Al principio ni lo pensé, he dicho que el libro lo escribí como en un trance, pero después que lo revisé decidí dejarlo porque me parece que es una palabra que tiene muchos registros en la voz en español, en la voz mexicana, porque es una voz popular para referirse al falo, pero no es grotesca como otras y podría ser hasta inocente. ¿Cómo podría nombrar una niña eso? Creo que la niña encontró la metáfora perfecta y había que escuchar a esta niña.
Tienes una carrera que, entre otras cosas, se ha destacado por promover la escritura en mujeres, ¿cuántas veces has escuchado esta historia?
¡Oh, no tienes una idea! Uno pensaría que son cuestiones de mujeres de antes, de mujeres mayores. No, yo trabajo con mujeres de todas las edades. Es una cantidad infinita de historias, todas con sus diferentes variantes y demás, lo he escuchado. Y lo más desolador es que les cuesta muchísimo hablar de eso, lo tienen soterrado y les da vergüenza. Entonces la víctima no se da cuenta de que es víctima y que hay un victimario porque la sociedad está hecha para que la víctima sienta que es la que permitió el abuso.
Incluso, al terminar el libro y leerlo me llegué a preguntar “¿cómo lo permití?”, pero no, yo no permití nada. Eso lo tenemos muy clavado las mujeres y eso debemos desclavar.
¿Cómo deberíamos leer los hombres Oscura punta?
Pienso que los hombres están muy desprovistos emocionalmente, culturalmente, que no han desarrollado la sensibilidad para captar lo que es su cuerpo y el cuerpo de la mujer, lo que es una relación, el diálogo. Y de cómo unir los sentimientos con las sensaciones corporales. Y la poesía es ese espacio donde todo se puede reunir.
Ahora puedo ver con compasión, hasta con ternura la fragilidad masculina. Digamos, antes tenía miedo por su fuerza física avasallante y a una la educan para una sumisión, sin embargo creo que sí se puede cambiar esa mirada y esa noción, y ver cómo están desprovistos, no digo que todos los hombres, pero sí un gran grueso de la población masculina que sigue siendo muy primitiva y sigue cometiendo estos actos que vemos todos los días. Se puede revertir, no creo que así tengan que ser los hombres. La poesía es el punto de cambio muy importante para esto.
Foto: Gustavo Mendoza